Hasta el momento, nuestra experiencia se ha formado a través de prueba y error. En Carpe Diem, el clima ha sido casi siempre el factor que determine la abundancia o escasez: las fuertes lluvias han arruinado cosechas, mientras que la intensidad del sol a veces no nos permite plantar nada.

No teníamos experiencia en apicultura, pero gracias a los locales hemos aprendido a separar las abjeas, mantener las colmenas y a extraer la miel de ellas.

También hemos descubierto que es un verdadero riesgo tratar de ser sustentable y mantenerse económicamente con agricultura en pequeñas escalas. En la mayoría de los casos, traer frutos de nuestro terreno y la pequeña montaña que nos pertenece de Santa Marta e intentar venderlos trae menos beneficios que el costo y esfuerzo que eso implica. Una vez recolectamos miles de naranjas, las llevamos a Santa Marta y tratamos de venderlas en el mercado… una buena forma de conocer la economía local!

Ahora hemos decidido producir solo para nosotros y para nuestros huéspedes. El día de hoy las estructuras del hostal están edificadas, las personas pueden acceder fácilmente a Carpe Diem, y así como hemos preservado la paz y calma en la parte turística de Carpe Diem, nos hemos interesado también en ver cómo aprovechar las cosechas lo mejor posible… es posible producir nosotros mismos la comida necesaria para cubrir nuestras necesidades y las de veinte huéspedes? y además es posible crear diferentes platillos y tener diversidad en nuestros platillos? Será además esto posible sin el uso de pesticidas ni insecticidas? La permacultura es una nueva tendencia que abarca diferentes tipos de agricultura ecológica… en lo que a esto respecta, la curiosidad nos ha llevado a probar una cosa: Es realmente posible encontrar la harmonía entre la economía y ecología en una escala local, creando un pequeño mundo en el que la gente pueda tener comodidad, disponer de internet y buena comida, teniendo cuidado de la naturaleza? Somos capaces de enseñar esto a nuestros hijos? Creemos firmemente en que la respuesta es afirmativa, pero tal vez la búsqueda constante de esta meta es lo que hace realmente interesante la vida.